Muerte - Vida y Resurrección


Pero el  Parergón es indecible ¿Pertenece acaso a los valores inmanentes de la obra de arte, o más bien al mundo exterior contingente? Ni lo uno, ni lo otro, sino las dos cosas. El marco abierto tanto el interior como al exterior, por una parte mantiene unida la obra, y por otra, es el punto donde ésta se desintegra, el marco hace la obra y la destruye.1

 

El 19 de junio de este año fui al recital de una de mis cantantes favoritas, Marilina Bertoldi. Ya había asistido a varios de sus shows pero este tenía algo especial. Iba a tocar en el Luna Park por primera vez, espacio mítico de la Ciudad de Buenos Aires, donde se realizaron diversas actividades como peleas de boxeo, o el lugar donde se realizó la fiesta de casamiento de Diego Maradona con Claudia Villafañe.
No tengo la certeza de cuando comenzó, desde que salieron las entradas a la venta varios meses antes del  recital, se venía palpitando el show con amigos y conocidos que también asistirían, por parte de la misma artista se veía su emoción y la manija2 ante el show que se venía.

El día del evento tampoco se decir a que hora exacta comenzó, más allá de que no mire mi reloj, no sabría si contar desde que salió a tocar la banda telonera o cuando la misma artista salió con su primer tema.
De todos los shows que vi en este se había propuesto algo distinto. La artista no solo salió y cantó con su banda sus propios temas sino que preparó todo un espectáculo performático más elaborado desde el vestuario, la escenografía y la narrativa.
Entre que iban pasando las canciones también subió al escenario su hermana, Lula Bertoldi, integrante de la banda Eruca Sativa, a cantar con ella un tema y se tomó un momento durante el show para hacer un homenaje en vida interpretando "inevitable" uno de los temas más conocidos de la cantante Colombiana Shakira.


La performance finalizó con su muerte arriba del escenario, totalmente ensangrentada un actor ingreso para retirar el cuerpo de Marilina. El publico quedó inamovible, continuamos todos eufóricos y extasiados, seguimos esperando ingenuamente que salga a tocar un tema más (Generalmente en los recitales los artistas se guardan un tema extra ante el pedido del público antes de irse).
Habíamos sido testigos del "Fin de una Vida" y a pesar de eso permanecíamos a la espera de algo más. Incrédulos entre los espectadores nos preguntábamos ¿Terminó?  Cuando la espera se hizo larga y definitivamente no iba a volver a subir al escenario, ya las luces encendidas comenzamos a salir del estadio. 
Las horas posteriores seguimos hablando de lo que habíamos presenciado junto a una amiga, mientras de por medio comíamos una pizza en Ferreiro, debatimos y pusimos en valor lo que nos transmitió el recital y como había evolucionado desde las primeras veces que íbamos verla. Incluso las semanas siguientes al recital seguí hablando del show con personas que no asistieron de forma física pero pudieron ver algunos fragmentos rescatados de historias de instagram, que espectadores presenciales subieron a sus redes personales.

Puede que mi fanatismo sesgue un poco mi apreciación con respecto al recital. Probablemente este haya terminado cuando Marilina cantó su último tema, cuando se desplomó en el piso o cuando encendieron las luces. 
Pero la relación de una muerte siempre nos tiende a pensar en un fin, y uno creería que ese podría ser "el límite", nuestro marco. Pero ¿Es realmente eso? ¿Cómo esa obra tiene un fin si la que muerte es de ella y no mía? ¿Acaso yo no llevo conmigo algo de su obra, no me la apropie en un recuerdo mental o no puede uno tomarla, desarmarla, reconfigurarla y crear algo con todo eso que vivió? O de alguna forma también me complacería pensar que fui parte de la obra, no sé si cumpliría la misma función ese espectáculo sin público que con él presente.

Y acá pienso de nuevo en esta idea de parásito que hablamos en clase. Un parásito es un organismo que vive sobre un organismo huésped o en su interior y se alimenta a expensas del huésped.
¿Quién se alimentó de quién?¿Alimentó a los participantes que estuvieron por encima del escenario y estos a su vez alimentaron al público hasta llevarlo al éxtasis de las emociones?¿O las imágenes que se reprodujeron en redes y que llegaron a ojos de quién no pudo estar presente en el Luna pueden ser cumplir esta función?

Por supuesto que la muerte fue una metáfora, y Marilina continuó con más shows fuera de capital, pero pasado un tiempo, llega un nuevo recital en CABA llamado "Vida y Resurrección". Este recital es un claro guiño o enlace al final del show que vi en el Luna. Ya la muerte entonces no la podemos tomar como un fin ¿Podemos decirle marco tal vez? Acá viene otro recital, esta vez en Obras, que en su título lleva la palabra resurrección y nos invita a otro ritual como propuesta.
 Pese a los esfuerzos de Kant, no puede haber límites seguros del objeto estético que señalen dónde comienza y dónde termina, dónde hay que detener la atención. Y si no podemos estar seguros acerca de los límites del objeto estético, categorías como las de «experiencia estética» y «juicio estético» no pueden ser garantizadas. Esto representa un problema tanto para la tradicional historia del arte como para la filosofía. Las oposiciones kantianas, oposiciones ilustradas, no pueden ser resueltas mediante la apelación al arte.1
No sabría como cerrar esta entrada. Pero con la sube en negativo ya tengo mi entrada para poder asistir a este ritual de resurrección.

 
En De Foucault a Derrida. Pasando fugazmente por Deleuze y Guattari, Lyotard, Braudrillard, Ediciones Universidad de Navarra, Navarra, 2001. Edición digital de Derrida en Castellano
2 En Argentina la palabra Manija tiene varios significados: Estar manija: tener ansiedad por algo que algo que deseás o necesitás. Quedar manija: tener ansiedad por querer más de algo que no fue suficiente. Darse manija: Pensar mucho e insistentemente en un mismo asunto.



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